martes, 2 de junio de 2020

UNA VIDA EN LOS ZAPATOS





Zapatos viejos - Vincent Van Gogh - Historia Arte (HA!)


MI VIDA EN MIS ZAPATOS
La vida en mis zapatos. Son de color azul; ese color como el mar, son parte de mí caminar a diario y sin parar jamás. Ese lugar que nunca he visto y tampoco conozco.
Los zapatos es la parte fundamental de todo, que soportan todo el peso y como no, de la vida no se quejan ni protestan, ni se mutan por nada, pero llevan el soporte de todo el trayecto de la vida y de la existencia.
La vida es como esa mochila que se echa a las espaldas, y sigues avanzando hasta que puedes pararte en cualquier lugar y destino.
Los zapatos que poco a poco sigues caminando, sin dejar de ganar la batalla, peleas, y demoras que te afectan el alma.
Zapatos gastados por el tiempo. Nadie es dueño de nadie para seguir adelante, aunque pese en tus zapatos hechos de cristal o de madera.
Mi vida en mis zapatos es la que yo quisiera tener, sin dar explicaciones de nada ni a nadie; ser yo y de nadie, solo con gente que me respete y me valore de verdad.
Mis zapatos son míos, como es mi mundo interior. De los cuales, los llevo yo y nadie más; seguir caminando a solas, escuchando lo que no quiero oír. Y me encuentro yo y sola con mis zapatos; todo lo bueno y lo malo, esa parte de mi. Luchare por uno mismo, es esencial para un ser humano.
Los zapatos son aquellos que están disponibles cuando te alejas y marchas, y no deseas volver al punto de partida, porque quieres ser tú y te convences de ser valiente por demás.
Zapatos de años se gastan poco a poco; son diferentes a todo, vas con ellos a lugares que te llenan de ilusión, y no esperas a retomar un camino distinto.
Son tus zapatos duraderos de aguantar todo el peso del trayecto físico y moral. Sin más caminas con ellos.
Son mis zapatos cómplices de todo lo superable y soportable de una vida que jamás he podido tener. Es la vida que se agota, como los zapatos desgastados del caminante que va y viene.
Es el tiempo que pasa rápido y fugaz. Y tú sigues adelante, sin más.
Esos son tus zapatos hechos para todo y no dices nada, son duros por suerte.
Mi vida en mis zapatos. Hay mucho que llevar a cuestas, sin que nadie se dé cuenta que eres y serás una persona.
Somos valientes supuestamente, damos ejemplos para miles de personas que son un poco cobardes, y no pueden elegir un camino recto y fácil de mas. Sin otro lugar a donde ir y a donde regresar, simples pasajeros que deambulan por senderos difíciles de alcanzar. Son sus zapatos el de todos aquellos, que lo han dado por los demás a parte de su vida, grandes fugitivos de aventuras y demoras para cada hora de sus caminos a la cima más alta y peligrosa.
Son personas liberadas por conseguir sueños, que les hagan soñar por su destino y creer en ellos mismos.
Porque en cada uno de nosotros tenemos que demostrar que valemos demasiado para decaer, y no seguir con nuestras vidas. A pesar de todo somos humanos, y afrontamos miles de obstáculos diversos y muy duros de enfrentar.
Somos verdaderos luchadores, con nuestros actos y virtudes en nuestro camino; por eso nuestros zapatos nos siguen a todas partes del mundo, para ser libres en cuerpo y alma.

A veces, las cosas se ponen muy difíciles o con muchos problemas para darnos y seguimos en la brecha de nosotros mismos. Somos tan distintos al resto de los mortales. Que damos miles de vueltas y al final no llegamos a nada.
Mi vida es un vaivén de ejemplo para muchas personas a mi alrededor.
Es siempre lo mismo, correr, saltar, soñar para sentir cosas que te gustan y te puedes sentir en un segundo dueño de ti y trabajas con la condición de ganar la batalla supuestamente, a los que te ofenden y te apartas de ellos de golpe y no quieres seguir en la lucha.
La vida, es un segundo y hay que aprovecharla a tope, con garras y herramientas necesarias para no desaparecer demasiado deprisa y mal. El tiempo corre muy a galope dejando atrás miles de cosas importantes a la deriva.
Zapatos, un símbolo de supervivencia para los que la vida le ha puesto unas cadenas tan duras de pasar.
No importa en donde estés, ni adonde vayas, lo que realmente importa es que estas vivo de mente y de espíritu. Te albergas en tu camino un sendero y de existencia.
Hay que tener el valor suficiente para todo lo que venga logramos: metas, retos, valores diversos de seguir adelante, con tesón y fuerzas suficientes para ello.
Mis zapatos, son mis amuletos de mi caminar en línea recta en diferentes sendas distantes o verdaderas con ganas de aprender lo que es la naturaleza del que avanza sin más.
Siempre lo podemos conseguir a base de peleas y esfuerzos ciertamente, superables zapatos duraderos caminando a la par del sendero y cumbres salientes demasiados grandes para gente que solo desea ser libre con poco.
Al final, todos llegamos al mismo punto de encuentro. Para creer y crecer en masa constante y vital.
Nadie, es menos que nadie somos transparente y nos ganamos la confianza de unos pocos alternamos con pequeñas cosas y a veces, nos hacen bastante daño para seguir luchando y como no viviendo de rentas y prestamos del prójimo.
Mi ilusión es tan barata, de conformar y es que me dejen sentirme yo misma y mis circunstancias aunque sean adversas y desiguales pero, siempre queriendo ser única valiente y con agarras de ser invencible para unos cuantos.
Solo tengo tiempo para una cosa, es mi vida la que está en juego de no perder la batalla de ninguna guerra.
Mi vida en mis zapatos, solo es mía y ya por eso, me toca vivirla porque me pertenece.
elenpoem

No hay comentarios: